miércoles, 18 de abril de 2012

Optimismo es mal consejero


Daniel Kahneman: “El optimismo, Mal consejero”




Aunque el optimismo se considera una cualidad deseable al momento de tomar decisiones, el exceso de éste puede resultar fatal. Para el premio Nobel de Economía Daniel Kahneman, los ejecutivos no suelen hacer un seguimiento de las decisiones que se toman en sus empresas para descubrir qué desviaciones o pronósticos equivocados pudieron llevar sus planes al fracaso. Y es que, a su juicio, no están acostumbrados a pensar de manera rigurosa.
Sumado a esto,  el ser humano es naturalmente optimista y tiende a exagerar su propias cualidades, lo que le impide ver con claridad el panorama de riesgo al tomar decisiones y es común que se subestime el peligro.
Kahneman afirma que no es imposible hacer planificaciones aterrizadas y racionales, pero que para ello, es necesario contrarrestar el optimismo.
Con frecuencia se considera que el optimismo es una cualidad deseable, pero usted descubrió que puede ser muy perjudicial a la hora de tomar decisiones riesgosas. ¿Podría explicarnos la razón?
El optimismo es uno de los principales responsables en la toma de decisiones sesgadas. Es maravilloso ser optimista, porque nos mantiene saludables y flexibles, pero no me gustaría que mi asesor financiero lo fuera. Preferiría uno lo más realista posible. Dicho esto, también hay que tener presente que el optimismo es el motor del capitalismo.
Cuando uno analiza una economía en términos amplios, desea que la gente asuma riesgos. Unos pocos triunfarán y muchos fracasarán, porque la mayoría no es del todo consciente de la dimensión del riesgo que asume. Pero, en definitiva, una economía con muchos individuos arriesgados funcionará mejor.
¿Por qué somos tan optimistas y cómo podemos luchar contra esta tendencia?
Es la naturaleza humana; muchos de nosotros somos muy optimistas la mayor parte del tiempo. La investigación de la cognición humana nos remite a diversas fuentes. Una de las más poderosas es la tendencia del individuo a exagerar sus talentos, a creer que está “por encima del promedio” en cuanto a rasgos positivos y habilidades.
Analicemos una encuesta realizada a un millón de estudiantes universitarios: cuando se les pidió que se calificaran en comparación con sus pares, el 70 por ciento dijo que superaba el promedio en habilidad para el liderazgo, mientras que sólo un 2 ciento se ubicó por debajo de la media.
Respecto de su capacidad para llevarse bien con los demás, el 60 por ciento dijo estar en el 10 por ciento superior, y el 25 por ciento en el 1 por ciento más alto. La gente le asigna a la verdad de sus opiniones una probabilidad bastante más elevada de la que sería justificable. Ésta es una de las razones por las que los individuos operan en el mercado bursátil, por lo general con malos resultados.
La inclinación natural a exagerar nuestros talentos se complica en mayor grado con la tendencia a percibir de manera errónea las causas de los acontecimientos. El patrón típico de estos “errores de atribución”, como los llamamos los psicólogos, es asignarse el mérito de los resultados positivos y arrogar los negativos a factores externos, no importa cuál sea su verdadera causa.
Un estudio de las cartas a los accionistas de los informes corporativos anuales, por ejemplo, reveló que los ejecutivos tienden a adjudicar los resultados favorables a los factores que están bajo su control —como la estrategia de negocios o los programas de I&D y los desfavorables a factores externos que no pueden dominar, como la inflación o el clima.
¿Significa que los ejecutivos exageran el grado de control que tienen sobre los acontecimientos?
Sí. Y no soy el primero que lo dice. Los trabajos de James March y Zur Shapira sugieren que ven al riesgo como un desafío a enfrentar mediante el ejercicio de la habilidad, y que los resultados son, en buena medida, producto de sus acciones y las de su organización. En la imagen idealizada que tienen de sí mismos no son “apostadores”, sino agentes prudentes y decididos que controlan a las personas y los acontecimientos.
Al momento de hacer pronósticos suelen ignorar o minimizar la posibilidad de que haya hechos aleatorios o incontrolables capaces de impedir el avance hacia una meta.
Los estudios que comparan los resultados reales de los proyectos de inversión de capital, las fusiones y adquisiciones y el ingreso a los mercados con las expectativas originales de los gerentes, indican una fuerte propensión hacia el optimismo excesivo.
Por ejemplo, el análisis de nuevos emprendimientos en una amplia variedad de industrias reveló que más del 80 por ciento no logró alcanzar su meta de participación de mercado, y esos estudios están respaldados por las observaciones de los ejecutivos. Tal como suele ocurrir con el resto de la gente, los líderes de negocios también exageran sus habilidades personales, en especial respecto de los rasgos ambiguos y más difíciles de medir, como la “habilidad gerencial”.
Una desmedida confianza en sí mismos puede llevarlos a suponer que serán capaces de evitar o superar con facilidad los problemas potenciales a la hora de ejecutar un proyecto. Y a esto se suma su inclinación a atribuirse el mérito frente a los golpes de suerte.
Pensemos, por ejemplo, en las fusiones y adquisiciones: llegan en olas, durante períodos de expansión económica. Pero los ejecutivos son proclives a adjudicar el sólido desempeño corporativo a sus propias acciones y capacidades, antes que al vigor de la economía.
Por consiguiente, muchas de las decisiones tomadas en este terreno son resultado de un orgullo excesivo, dado que al evaluar a una posible compañía para una adquisición, llegan a creer que con una planificación cuidadosa y habilidades para la gestión lograrán hacerla funcionar. Los estudios del desempeño post-fusión muestran que, en general, están equivocados.
¿Asumir un riesgo es sinónimo de coraje?Coraje es la disposición a correr un riesgo una vez que uno conoce las probabilidades; el exceso de confianza, o de optimismo, significa que uno está asumiendo el riesgo porque desconoce las probabilidades. Hay una gran diferencia.
¿Por qué razón los grupos son más optimistas que los individuos?
Porque en ellos las dudas se inhiben. Hay una fuerte inclinación humana y muchos incentivos para apoyar al grupo, lo que los lleva a asumir más riesgos que los individuos.
¿Cómo afecta su teoría a la toma de decisiones?
De muchas maneras. Cuando uno piensa en términos de pérdidas, debido a que cobran mucha más importancia que las ganancias, desarrolla una fuerte aversión al riesgo.
En cambio, cuando se piensa en función de la riqueza (como plantea la Teoría de la Utilidad), la aversión al riesgo suele ser menor. Supongamos que le hago una apuesta tirando al aire una moneda. Si adivina de qué lado caerá, usted gana 1.500 dólares; si se equivoca, pierde 1.000 dólares. En la práctica, nadie quiere asumir este riesgo. Pero no ocurrirá lo mismo si le pido que piense en su riqueza, y en dos estados del mundo.
En uno, usted tiene una determinada riqueza, a la que llamaremos “R”. En el otro, usted no conoce con exactitud su riqueza; cree que es igualmente posible que tenga R – 1.000 dólares o R + 1.500 dólares.
¿Cuál de estos dos estados del mundo es mejor?  
La mayoría diría que el segundo. Pero es el mundo en el que usted elige estar si aceptó la apuesta en la primera elección. Éste es el “efecto del encuadre”, e ilustra la observación general de que pensar en términos de riqueza suele reducir la aversión al riesgo.
¿Está equivocada la gente si piensa de este modo?
Cuando uno piensa en términos de estados de riqueza está tomando en cuenta el largo plazo. En la medida que sea más razonable pensar en el largo plazo, ése es el cálculo que las personas deberían hacer. En general, cuanto más global sea nuestra visión, más cerca estará de la racionalidad y de la neutralidad del riesgo.
¿Cómo ha evolucionado la percepción del riesgo desde que usted empezó a investigarla?
Está cada vez menos asociada al conocimiento. Nuestra innovación radicó en haber identificado algunas categorías de riesgo que eran el resultado de espejismos cognitivos.
Hace poco leí un trabajo titulado “El riesgo como sentimiento”, y me gustó esa idea de que lo primero que sentimos es miedo, y que desde ese miedo percibimos el riesgo. Con miedo, la probabilidad no importa demasiado: la emoción es dominada por la posibilidad de lo que podría ocurrir, y no tanto por la probabilidad. Entonces, cuanto más emocional es un acontecimiento, menos razonables son las personas.
Se dice que su pensamiento influye en millones de dólares de inversión.¿Cómo se siente al respecto?
No creo en esa afirmación, de manera que tampoco me siento responsable de las inversiones de otros.
Creo que la economía y las finanzas conductistas han tenido cierto impacto, pero limitado. Ahora hay una moda conductista; y durante las modas, la gente suele darle un nuevo nombre a lo que está haciendo para adaptarse a ellas.
Por supuesto, no soy responsable de la economía ni de las finanzas conductistas; en esos campos, el trabajo está en manos de economistas profesionales, y yo soy psicólogo. Pero me agradará ver que nuestra labor alienta a las personas y las organizaciones a ser más reflexivas sobre sus decisiones, y que fomenta políticas para facilitar decisiones racionales.
Entrevista por Karen Christensen
Fuente: Intermanagers México

Emprendedores News

Innovar y emprender


10 paradojas de innovar y emprender



1.- Creatividad -  disciplina
Tener ideas está sobrevalorado. Llevar las ideas a la práctica está infravalorado.  Innovar, emprender, es hacer. La disciplina de llevar las cosas a cabo es la competencia clave.
Todo el respeto para los que crean, toda la indiferencia para los que destruyen.
2.- Riesgo – responsabilidad
No me creo ningún emprendedor que no arriesgue de su bolsillo nada de nada.  Emprender es arriesgar. Ni en la innovación, ni en el emprendimiento todo es predecible por eso genera tanta tensión con el negocio del día a día, que lo que busca es predictibilidad.
3.- Razón y pasión
Pensar, es decir, tener lecturas propias de  contextos compartidos, es la base que permite construir propuestas innovadoras y proyectos de empresa diferenciales. Pero al lado de la razón necesitamos la pasión que nos compromete, que nos emociona. Sin pasión, no es lo mismo.
4.- Expertise y equipo
Cuando antes sepamos que no sabemos hacer, mejor emprendedores seremos . Cuando mejores seamos en complementarnos en equipo, más oportunidades de éxito tendremos en nuestros proyectos de innovación y emprendimiento. Necesitamos expertise, pero como dice Jerry Engel, entrepreneurship is a team sport.
5.- Empezar pequeño – pensar en grande
Se puede empezar pequeño pensando en grande. Se trata de hacer negocios porque queremos resolver grandes problemas y no como han hecho algunos que para hacer negocios ellos acaban creando grandes problemas a los demás.
6.- Aprender y desaprender
Aprender y dar resultados es clave de un éxito sostenido (con lagunas y baches de fracaso probables). Aprender del éxito y del fracaso. Y desaprender (estar dispuesto a olvidar paradigmas que nos dieron éxito en el pasado en contextos que ya no existen más). Desaprender es un ejercicio personal duro que permite prolongar razonablemente alguna juventud.
7.- Mercado y subvención
A nadie le amarga un dulce, pero las empresas viven de los mercados y se dopan con subvenciones. El dinero público puede acelerar un negocio pero su sostenibilidad le viene de los clientes. Las empresas que innovaban por subvención y no por convicción nunca se convirtieron en empresas innovadoras, nunca pensaron seriamente que la innovación era su forma de estar y crecer en los mercados.
8.- Ambición y humildad
La ambición es necesaria y un cierto sentido killer para cerrar negocios también. Pero un día uno está arriba y al otro está abajo. La humildad es la actitud de no despreciar a nadie y de ser capaz de aprender de todos. La humildad es una gran fuente de oportunidades, la soberbia es una gran fuente de necedades.
9.- Individuo – sociedad
Los proyectos innovadores y emprendedores tienen sello personal ( o de equipo). Las cosas van bien y van mal por la competencia de cada uno. Si se fracasa, se intenta aprender y pagar deudas. Pero no se adopta la queja como trayectoria. Quejarse sistemáticamente es lo menos emprendedor que hay.
La innovación y el emprendimiento son formas de responsabilidad social de primer orden.  Innovar es una forma de estar en las organizaciones y emprender es una forma de estar en la sociedad.
10.- Esfuerzo y diversión
El esfuerzo se mezcla con la ilusión, las horas infinitas pueden pasar rápido y tener sentido. El esfuerzo inteligente es la base de construir oportunidades y de una cierta felicidad. Trabajar mucho y divertirse.

jueves, 12 de abril de 2012

Precios y gestión


5 mitos sobre precios que funden empresas



1) SÓLO VENDE QUIÉN TIENE PRECIOS MÁS BAJOS
¿Le ha tocado participar de alguna reunión del área comercial de una empresa? Bueno si no ha sido así, le cuento. Es casi imposible no escuchar en este tipo de reuniones alguna queja acerca de lo difícil que resulta la venta debido a los competidores de bajo precio. Ahora bien, a pesar que el precio se utiliza como argumento en cualquier negociación, ¿realmente lo que buscan la mayor parte de los clientes son precios bajos?
Por ejemplo un relevamiento realizado por el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral de Rosario en 2010, arrojó que entre un 60% y 80% (según tipo de producto y tamaño del productor) de los encuestados no elegían los productos de menor precio al momento de realizar sus compras de insumos agrícolas.
Sólo para una fracción de los clientes lo único que importa es el precio al momento de comprar. De otro modo no podrían explicarse situaciones como la compra en un almacén de barrio, sabiendo que algunos productos se pagarán casi el doble, comparados con el día de promoción en un hipermercado. Claramente los clientes buscan otras cosas además de precio, como por ejemplo comodidad y rapidez en el caso del almacén. La clave es conocer los aspectos más valorados por los clientes y proveer un producto o servicio acorde en características y precio.
2) LOS CUPONES ON-LINE SON LA SALVACIÓN PORQUE TENGO MAYOR TRÁFICO EN MI NEGOCIO
Algunos sectores se han volcado masivamente al uso de promociones vía cupones on-line (por ej. Groupon) como herramienta para impulsar las ventas. Empresas de belleza y cuidado personal, gastronomía y turismo son las que más utilizan este tipo de promociones.
¿Tiene algo de malo? Nada, si entendemos que los cupones on-line son un medio complementario. Son útiles para generar un posicionamiento inicial de una empresa o un nuevo producto, o bien para impulsar ventas en ciertos momentos que por estacionalidad, horarios u otros factores, se anticipan menores visitas de clientes.
Ahora bien, pensar que los cupones on-line pueden ser el medio por excelencia para generar el grueso de las ventas de la empresa, es una receta para un resonante fracaso. Gran parte de los clientes que compran vía cupones on-line son buscadores de ofertas, muy difíciles de fidelizar. Es decir que desaparecerán tan pronto como acabe la promoción. Además la empresa debe considerar que si ofrece un 50% de descuento real sobre sus precios de venta, deberá además compartir la mitad del precio cobrado con el proveedor de cupones on-line. Por lo tanto el descuento efectivo asciende al 75%, un porcentaje que difícilmente deje un margen positivo en la mayor parte de las empresas
3) VOY A INVERTIR EN LA EMPRESA, ASÍ QUE TENGO QUE SUBIR LOS PRECIOS PARA AFRONTARLO
Hay que decirlo claramente: al cliente no le interesa en lo más mínimo cuáles son los costos de la empresa. No le importa si tuvo que subirle el sueldo al encargado del local porque amenazó con renunciar, si realizó inversiones para renovar las instalaciones ya deterioradas o si el mes pasado se le inundó el local y perdió buena parte de la mercadería.
Los costos sólo indican cuál es el piso de los precios. Nada más (¡y nada menos!). Ahora bien la definición de precios no puede depender principalmente de un factor interno como los costos. Variables que reflejan factores externos muy importantes como los competidores o el valor percibido de los clientes, deben ocupar un rol destacado.
El cliente pagará el precio definido por la empresa en tanto y en cuanto encuentre valiosos los productos y servicios comercializados, y ningún competidor ofrezca algo que le resulte más atractivo.
4) BAJÉ LOS PRECIOS Y VENDO MÁS, ¡TODO VA PERFECTO!
No tan rápido. Vender más no siempre es equivalente a ganar más, antes hay que analizar la nueva situación.
Al bajar precios se reduce el margen por unidad vendida, y ahora habrá que ver si el volumen adicional es suficiente para compensar el menor resultado que aporta cada venta.
Por ejemplo si el margen inicial sobre ventas es del 50% (Ej. un producto que se vende a $10 y tiene un costo unitario de $5), y la empresa lanza una promoción reduciendo 25% el precio, entonces las ventas deberán duplicarse, solamente para alcanzar el mismo resultado monetario que la empresa tenía inicialmente. Sólo si vende más del doble que anteriormente podrá decir que la baja de precios mejoró sus resultados.
5) NO TENGO POLÍTICA DE PRECIOS, LE COBRO A CADA CLIENTE LO QUE PUEDO
Las empresas con precios permanentemente negociables se exponen a los conflictos que suele generar esta falta de transparencia y coherencia en su política de precios.
Ningún cliente quiere sentir que no ha sido tratado de una forma equitativa. Por ejemplo si un cliente sólo accede a un precio promocional cuando amenaza con irse de la empresa, o bien se premia con precios especiales únicamente a nuevos compradores, se genera un gran descontento en los clientes más fieles.
Esto no significa que deba cobrarse a todos los clientes el mismo precio. Sin embargo la política de precios debe expresar con transparencia las condiciones para acceder a los distintos precios. Por ejemplo cantidades de compra, paquetes de productos, días u horarios de descuentos, entre otras condiciones.

La Nación

martes, 10 de abril de 2012

Instagram es una lean startup

Instagram es una lean
Como la mayoría de ustedes saben, Facebook anunció ayer la adquisición de la popular aplicación Instagram para compartir fotos, con mucho, la mayor adquisición hasta la fecha realizada por la empresa. Tengo un montón de pensamientos sobre esto, pero quería, en particular, para compartir un gráfico realmente impresionante, por cortesía de Business Insider, la empresa - con cerca de 30 millones de usuarios tiene tan solo cerca de 10 empleados. ¿Cuántas empresas se han visto con un funcionamiento tan ultraliviano (lean-startup), pero con adopción a gran escala? ¡Impresionante! Siempre es bueno ver a una tasa de usuarios por ingeniero muy alta. ¿Qué piensa usted? 

Facebook de Eduardo Saverin (cofundandor de Facebook)


Facebook adquiere Instagram

Facebook compró Instagram por 1000 millones de dólares

La red social pagará ese monto por la compañía que desarrolló el software de edición fotográfica para iPhone y Android; tiene 30 millones de usuarios y nació en 2010. Los fundadores recibirán la mitad de ese dinero
Facebook anunció hace instantes que comprará Instagram, la compañía que creó en octubre de 2010 la popular aplicación para aplicar filtros de colores a las fotos que toman los usuarios con sus móviles iPhone. La semana última la empresa liberó una versión para Android, que tuvo una gran adopción: un millón de descargas en 24 horas.
Instagram nació de la mano de dos amantes de la fotografía. Es de uso gratis (de hecho, una de las discusiones dentro y fuera de la compañía era cómo monetizar su éxito, ya que su uso no genera dividendos para sus creadores), está disponible para dispositivos con sistema operativo iOS y Android (celulares y tabletas), tiene más de 30 millones de usuarios y ahora pasa a formar parte de la familia de adquisiciones de la empresa de Mark Zuckerberg.
El comunicado oficial, sin embargo, aclara que su desarrollo se mantendrá independiente del resto de la red social, para según Mark Zuckerberg, mantener y ampliar la presencia de la marca Instagram, y mantenerlo conectado a otros servicios aparte de Facebook, como Foursquare y Twitter. En su blog, el creador de Instagram confirmó esta misma idea de mantener la aplicación como algo independiente del resto de Facebook.
Facebook es un gigantesco repositorio de fotografías, con 250 millones de fotos subidas cada día por sus usuarios. Se espera que la compra se haga realidad a fin de este trimestre, y llega en el medio de una pelea legal entre Facebook y Yahoo por, entre otras cosas, el uso de patentes relacionadas con el etiquetado de fotografías.
Los fundadores se llevarán la mitad del dinero, mientras que los otros 500 millones de dolares irán a los varios inversores que tuvo la compañía a lo largo de estos dos años, según publicó Business Insider 
¿Qué es Instagram?
Ayer se anunció que Facebook invertirá mil millones de dólares en la aplicación para celulares pero ¿sabés para qué sirve? 
Ayer el mundo de los negocios recibió un nuevo sopetón de mano de la Facebook. La red social creada por Mark Zuckerberg, hace poco más de 5 años, anunció la adquisición de Instagramen mil millones de dólares. Ahora bien, tenés idea qué es o por qué alguien invertiría semejante cantidad de dinero en una aplicación para celulares.  Instagram nació en 2010 como una aplicación para tomar fotografías, editarlas y compartirlas, todo desde tu iPhone. Su función y uso es muy simple. Luego de tomar la foto, la aplicación permite aplicar filtros a la imagen que hacen que ésta simule haber sido tomada por cámaras mecánicas simulando la textura, por ejemplo de las Polaroid o de las Lomo. Una vez que el usuario elige el filtro deseado, la foto es subida a su perfil online y compartida con los demás usuarios de la plataforma. Además, cuenta con una íntima integración con Facebook y Twitter, lo que permite que las imágenes se compartan fácilmente con aquellos que no están dentro de Instagram. La aplicación tiene muchas peculiaridades que la diferencian de cualquier otra. Por un lado, sólo funciona con imágenes tomadas desde dispositivos móviles (celulares o tabletas). Esto quiere decir que uno no puede subir a la plataforma fotos tomadas por una cámara de bolsillo o una imagen escaneada. Por otro lado, sólo se puede acceder a la plataforma a través del teléfono o la tableta. Los que quieran ingresar a Instagram a través de la PC sólo se van a encontrar con un link de descarga de la aplicación. Una tercera peculiaridad, y nada menor, es que hasta hace menos de una semana Instagram era una aplicación exclusiva para los usuarios de Apple (iPhone, iPod Touch y iPad). Decimos hasta ahora porque el jueves pasado los desarrolladores de abrieron su plataforma a los usuarios de Android. Esto generó un cierto revuelo entre alguno de sus usuarios que se sintieron defraudados una vez rota la exclusividad de su pequeño círculo. En especial cuando en sólo seis días la aplicación recibió 5 millones de descargas/usuario (alcanzó el primer millón en menos de 12 horas) y acrecentó en igual número su base de 30 millones de usuarios cosechada en el ecosistema de Apple. Queda sin develar todavía qué es lo que persigue Facebook con la adquisición de Instagram. La verdad es que todo lo que se pueda decir son puras especulaciones. Lo único cierto es que acaba de invertir mil millones de dólares para comprar una red social de 36 millones de usuarios (Facebook supera los 700 millones) basada en celulares y enfocada hacia la fotografía.

viernes, 30 de marzo de 2012

Asesoramiento en Financiamiento en Bahía Blanca

DESAYUNO EMPRESARIAL DE TRABAJO

El PTBB te ayuda a poner en marcha tu proyecto a través de la línea de financiamiento FONSOFT EMPRENDEDORES 2011.
Los invitamos el VIERNES 13 de ABRIL, a las 9hs en las oficinas del Polo.



jueves, 1 de marzo de 2012

Start-Up: Renace la cultura emprendedora



The (Re-)Rise of Start-Up Culture

Are we closing in on a sustainable model?

BY RICHARD WHITTAKER,



Remember the Nineties? That was when all you needed for a start-up was one smart innovator with one smart idea, and the money would come rolling in, right? Ask Eric Ries, author of The Lean Startup, and he'll tell you straight: It never happened. In his words: "There's no documentary evidence that I'm aware of for the heroic 'great man' theory of entrepreneurship."

That's the message he'll try to get out to every bright-eyed innovator at the Startup Village, South by Southwest's new hub for wannabe entrepreneurs at the Hilton Austin Downtown (www.sxsw.com/interactive/startupvillage). According to SXSW Interactive director Hugh Forrest, the village has attracted more attention than any other component of the convention, and the reason is simple: "The general economy is fairly stagnant, but the start-up market is very robust, very vibrant, very sexy."
But sexy can be dangerous. TechCrunch Editor-in-Chief Erick Schonfeld has warned that while there may not be a new dot-com bubble, there's definitely some worry frothing in the start-up market, and someday soon, the froth is going to pop. Ries says, "I always tell entrepreneurs to be ready, that winter is coming. Because the seasons will change at least once more before we get to a sustainable way of working." That's why he's organizing the official SXSW Lean Startup track. Last year, he and his fellow innovation experts led a one-day event out at the AT&T Conference Center designed to help change how people think about new businesses. This year, they relocate to the Hilton, right at the heart of the conference. That's where Ries wants to be, and it's not because he'll be closer to the parties. "We're in a battle for the soul of the industry right now," he says.
His concern is with the number of smart, creative, hard-working people laboring on projects that are "fundamentally doomed ... I'm not talking about the people who are trying to invent teleportation and the science is too hard. Those people get a special exception because that's a noble fight. It's everyone else that's working on a consumer product and customers just don't want the thing."
It's not that these start-ups are run by idiots but that there are still no clear metrics to gauge their success. "In a normal product, you make it a bit easier to use, you make it a little bit better and customers are happier," says Ries. "In a start-up, you're making something that nobody wants. So making it easier to use just makes it easier for them to not want it." He argues that firms need new ways to research what works, dump what doesn't, and, in his terms, pivot the company: staying true to the strategy but changing the tactics. By sticking to old business models, he says, "We're in The Twilight Zone, where things that are normally seen as virtuous don't help."
The struggle to change the model is not helped by the hagiographic coverage of start-up icons like Jobs and Gates and Zuckerberg. For Ries, it's all summed in the montage sequence in The Social Network. "They're writing on the windows and they bang on some keyboards. We skip over that part because it's much too boring to fit into the movie, but actually the decisions that get made during the montage are all the decisions of consequence." Take the first flush of private Internet service providers in the Nineties: "Talk about being in the right place at the right time," Ries says. "You have the foresight and the vision to create an ISP at the dawn of one of the biggest booms of all time. And yet most people that I knew that created an ISP at the right time made very little money." No one writes Oscar-winning screenplays about the slow-and-steady sloggers or the exciting failures. Instead, all the glory goes to the self-promoters getting rich off an IPO. Ries says, "For those of us who have start-ups that fail, it gives us the instant and best excuse ever. 'Oh, I guess I just wasn't destined for success.'"
That leaves a lot of entrepreneurs struggling in the dark, and Kathryn Minshew has been through those wars. The founder and CEO of The Daily Muse grew up around hardware start-ups, her father was an electrical engineer. "He often played a [chief technology officer] role," she explains, "but as a kid, I never really knew much about it other than he worked really hard and that it was risky." However, even that personal experience did little to prepare her for the emotional impact of her own start-up experience. "So many people in start-ups learn the hard way how partnerships and relationships can go wrong," she says. In her case, she missed obvious warning signs and failed to protect herself, "and that lead to something that was personally pretty devastating."
For Minshew, the biggest perils are a lack of coherent planning and internal structures. "I see so many companies that are started as three people who all make decisions, or even worse, four people or five people," she says. When it all implodes, people internalize the blame. "There's this common sense that they're alone, that what happened to them is particularly embarrassing because they're sure that it couldn't have happened to anyone else." Some solutions – like keeping accurate accounts – are fairly obvious, but Minshew warns that every decision needs to be "an active decision, rather than a passive decision." For a start-up, that should even extend to picking who attends SXSW. Her first trip took place because she was the only one in her office who wanted to go. She says, "I've known of several situations in which one person attends and starts to meet people who can help the business, who might be partners or investors, and if it's not really clear who in a team whose role it is to have those connections and manage them."
If partners are bad, customers can be even worse. At accounting service FreshBooks, Head of Magic Saul Colt deals with entrepreneurs carving their own niches in the market. The big plus for start-ups is that there is always an eager crowd looking for the next big thing. The downside is that these early adopters are also early abandoners. Colt says, "We find something really shiny and it captures our hearts and minds for 30 days, 60 days, 90 days, and then there's something just a little bit different." That said, Colt believes those fickle adopters give tech companies a real advantage over traditional firms. "If I open a chair company or a bookstore, I don't have 10 people who are waiting for me to open my door in the morning, but [in the tech community] there are probably 10,000 to 20,000 people who will try anything." The key is to not confuse dalliances with worthwhile business relations. "You try to get as much information out of them as far as how to make this product better, and then you go find your real customers."
For Colt, the question any start-up needs to answer is simple: What do they want? "If your plan is to be successful and sell and flip the company, then you've got an 18-month window," he says. "Otherwise, you're deemed not cool or shiny or fancy." The tougher job is making something that will really last. Rather than running for media glare, true innovators may want to avoid the spotlight. "No product is great when it first comes out. It's a lot of trial and error," he says, "but if you're looking to build something a little more long-term, you invest in your customers way before you invest in PR."
It's that kind of hard-fought wisdom that Ries hopes SXSW will highlight. That way, firms may be able to make better decisions. He says, "I wouldn't call us good at it by any stretch of the imagination. I think we're at the beginning of a transformation, not the end of it, and there will be a lot more fraud and nonsense between here and there."


The Austin Chronicle

sábado, 25 de febrero de 2012

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