Adaptando la organización al 2.0
Lisandro Sosa
Mucho se habla de empresa 2.0, organización 2.0, pero en la mayoría de los casos los que leen sobre el tema no son los que en realidad deberían tomar cartas en el asunto.
En Iberoamérica es muy complicado concientizar a la dirección de las organizaciones respecto de la necesidad de adaptación al 2.0. Cuando se habla del 2.0 no significa solo la presencia en redes sociales (generalmente se cree que eso es el 2.0), sino de otra forma de dirigir y gestionar las organizaciones, la necesidad de centrar la estrategia en el cliente, tener una filosofía de innovación permanente para seguir competitivos y ser un sitio donde los empleados y partners se sientan cómodos y motivados.
Estos son algunos de los pretextos (que se convierten en barreras) que ponen los directivos de las organizaciones cuando se les plantea esta adaptación:
“No necesitamos adaptarnos ni cambiar la estrategia, la empresa está dando buenos resultados”. ¿Hasta cuando? Varias compañías deben estar lamentándose de cómo Amazon, Netflix, Zappos o Despegar (compañías que nacieron en la era digital) se están quedando con sus clientes por la forma que tienen al desarrollar su negocio.
“Somos una pyme, somos demasiado pequeños para este tipo de cosas”. El asunto no se relaciona con el tamaño. Las comunicaciones, internet y las redes sociales han acortado las distancias que existían en el siglo pasado. Una pyme que se supo adaptar al 2.0 puede estar compitiendo en el mismo mercado y con la misma fuerza que una gran empresa, sabiendo utilizar sus recursos de una forma inteligente y actualizada. Además, adaptándose seguramente podrá captar jóvenes empleados que se sientan cómodos en sus organizaciones y ayuden a crecer y marcar la diferencia.
“Ya tenemos presencia en redes sociales y pagina web”. Esto es solo una parte de la adaptación al 2.0. Como comentaba al principio, se necesita mucho más que eso para ser una organización competitiva en esta época.
“Tenemos un departamento de I+D dentro de nuestra estructura”. En la organización 2.0, la innovación es un tema de todos. Cualquier integrante del capital humano puede participar y presentar una idea, solo hay que darle el espacio, el tiempo y la motivación para hacerlo. Esto genera un ambiente de colaboración, buen clima laboral y un mayor compromiso del empleado o partner con la compañía. Lo mismo se debe hacer con la opinión del cliente, se la debe considerar y tener en cuenta para poder optimizar el producto o servicio que le estemos brindando. Quién mejor que el cliente para saber qué es lo que se puede mejorar.
Como conclusión, podemos decir que no hay recetas para adaptar inmediatamente una organización al 2.0. Es un proceso que se debe hacer progresivamente por medio de intervenciones definidas como estrategias para mejorar la comunicación, ejecutar programas de innovación participativa, dar espacios de opinión al cliente, entre otras. Como todo cambio social, es complicado de efectuar y aceptar, máxime con lo arraigado que se encuentra el paradigma de la era industrial. Pero es una tarea inevitable que toda organización debe llegar a cabo para seguir sobreviviendo en el entorno actual de negocios.
America Economía
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